La industria y los procesos productivos han cambiado. Durante años, los productos solían ser más estandarizados, demandaban más consistencia y predictibilidad, y las cadenas de producción eran más estables. La eficiencia y la calidad eran los únicos requisitos para competir en el mercado.
A días a de hoy, la economía global está hoy más interconectada y los gustos del consumidor cambian compulsivamente. La demanda es más volátil, teniendo como consecuencia productos más diversos con ciclos de producción cortos y con la necesidad de ser expuestos en el mercado con mayor rapidez.